jueves, 18 de junio de 2009

Atención y sentimiento de Aceptación: El Vínculo Perfecto!


Cada vez que llevamos nuestra atención a algún evento, memoria, o afecto, estamos abriendo las puertas de nuestra alma a ese evento, memoria o afecto… “ahí donde ponemos nuestra atención, eso es lo que entra en nuestras vidas”. Hoy me voy a referir a la importancia VITAL de lo dicho anteriormente. A quién no le ha pasado el percibir intensamente el cómo una situación se da cuando se dedica gran parte de nuestros pensamientos a dicha situación o el pensar constantemente en un amigo que no se ve desde hace mucho tiempo y de pronto lo encontramos en el parque…me quiero referir también a lo que en la psicología se denomina la profecía auto-cumplida y que se define como aquella predicción que una vez hecha, es en sí misma la causa de que se haga realidad. La profecía que se auto-realiza es al principio, una definición “falsa” de la situación que despierta un nuevo comportamiento que hace que la falsa concepción original de la situación se vuelva “verdadera” (Robert Merton).

El concepto anteriormente señalado deriva del teorema de Thomas, que dice: Si una situación es definida como real, esa situación tiene efectos reales. En otras palabras, la gente no reacciona simplemente a cómo son las situaciones, sino también, y a menudo principalmente, a la manera en que perciben tales situaciones, y al significado que le dan a las mismas (los dragones (fantasmas personales) en el Mapa de Ruta, por ejemplo). Por tanto, su comportamiento está determinado en parte por su percepción y el significado que atribuyen a las situaciones en las que se encuentran, más que a las situaciones en sí mismas.

Una vez que una persona se convence a sí misma de que una situación tiene un cierto significado, y al margen de que realmente lo tenga o no, adecuará su conducta a esa percepción, con consecuencias en el mundo real.

Existe un cuento de García Márquez que relata de manera muy gráfica, el concepto anteriormente descrito, aquí se los transcribo y los invito a la reflexión:

Imagínense un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 19 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde: “No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo”. El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice: ‘Te apuesto un peso a que no la haces’. Todos se ríen. El se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla. Y él contesta: ‘es cierto, pero me he quedado preocupado de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo’. Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mama, feliz con su peso y le dice: ” Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto”, ¿y por qué es un tonto?‘ ‘Porque no pudo hacer una carambola sencillísima según el preocupado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo”. Y su madre le dice: ‘No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen”. Una pariente que estaba oyendo esto y va a comprar carne. Ella le dice al carnicero: ‘Déme un kilo de carne’, y en el momento que la está cortando, le dice: -’Mejor córteme dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado’. El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar un kilo de carne, le dice: -‘mejor lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se están preparando y comprando cosas’. Entonces la vieja responde: -‘Tengo varios hijos, mejor déme cuatro kilos…’ Se lleva los cuatro kilos, y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata a otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto a las dos de la tarde. Alguien dice: -’¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?- ‘¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!‘ ‘Sin embargo -dice uno-, ‘a esta hora nunca ha hecho tanto calor‘. Pero a las dos de la tarde es cuando hace más calor. ‘Sí, pero no tanto calor como hoy. Al pueblo todos alerta, y a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz: -‘Hay un pajarito en la plaza’. Y viene todo el mundo espantado a ver el pajarito. ‘Pero señores, dice uno siempre ha habido pajaritos que bajan aquí!’ – ‘Sí, pero nunca a esta hora‘. Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo. ‘Yo sí soy muy macho‘-grita uno. -’Yo me voy‘. Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde todo el pueblo lo ve. Hasta que todos dicen: ‘-Si este se atreve, pues nosotros también nos vamos’. Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo. Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice: -‘Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa’, y entonces la incendia y otros incendian también sus casas. Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, le dice a su hijo que está a su lado: -’¿Vistes m’hijo, que algo muy grave iba a suceder en este pueblo?

No les parece similar a lo que acabamos de vivir con respecto a la influenza porcina, aquí en México…?

Sólo me resta decirles, algo que escuché de Dyer en el Poder de la Intención: “Si el ser humano tuviera la certeza de quien camina a su lado en todo momento, no sentiría nunca miedo”. Desde el Método Cyclopea, si desplegáramos nuestro quehacer desde la CONEXIÓNa la Fuente, sin duda alguna, tampoco sentiríamos miedo, porque desde ese estado no existe la polaridad, tan característica de nuestro plano atómico. Todo sería ACIERTO. Es entonces hacia la Fuente donde debemos llevar nuestra ATENCIÓN e inspirar, y esto lo hacemos a través de nuestra respiración, el FLUIDO AMOR que de ella emana y dejar que descanse en nuestro centro cardíaco, donde reside el SENTIMIENTO DE ACEPTACIÓN.

anni.tierraluna@gmail.com

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